¡Vaya finde!

¡Buf! no he parado de jalar. Cena con amigos el viernes en casa (exceso). Comida de comunión el sábado (exceso). Cena con amigos el sábado por ahí (exceso). El domingo no me cabía nada... Una ensaladita y poco más. Terrible. Esto no ayuda nada. Por lo menos las cenas no acabaron con media docena de cubatas (vino y alguna copa sí cayeron), porque eso hubiera sido un -4 en toda regla. En fin, que el domingo salí a correr 66 minutos por vergüenza torera. Fui muy bien, la verdad. Suavecito y disfrutando de la carrera. Como se suele decir, acabé pudiendo correr mucho más, que dicen que es lo bueno. Eso sí, hoy tengo las patas un poco duras. Todavía se nota el esfuerzo del domingo pasado. De hecho, pensaba haber ido hoy por la tarde y me lo he perdonado. A ver si mañana puedo dar una vueltilla. Más me vale, porque esta semana casi seguro que no salgo ningún día de jueves a domingo. Vamos, que con este plan no me quito los kilos que me sobran ni a la de tres.