viernes, 24 de septiembre de 2010

Hasta las pestañas

Segundo 30 dorsal 223

Bueno, hoy que por fin me han dejado de doler las pestañas puedo escribir. Sí, el domingo pasado hice la Roncesvalles-Zubiri... y que carrera! Era la cuarta vez que la corría y, como siempre pasa, ya creía que me las sabía todas. La carrera me ha devuelto a mi sitio, al de los que tienen que hacer un muy buen entrenamiento para hacer una carrera como esta sin sufrir de forma extrema.

No, no había entrenado tan bien. En total, 32 días entre agosto y septiembre... pero hoy me doy cuenta de que me faltó entrenamiento de calidad. Tenía que haber hecho más series, y lo he notado.

Empecé alegremente, holgado por debajo de 12km/h y en el primer repecho serio lo noté. Fui regulando mucho entre puertos para no llegar quemado y ni aún así. La subida de Erro se me hizo infernal y el cresteo posterior aún peor. Encima me empezó a molestar una rodilla... que acabó en dolor intenso. Incluso me planteé echar pie a tierra. Al final decidí seguir un poco con prudencia. Cuando había vuelto a coger un buen ritmo (ya en la bajada larga hasta Zubiri) se me empezó a subir el triceps izquierdo. Yo no sabía si se me estaba subiendo la bola, si era una contractura, si era un tirón, una rotura... en fin, tuve que llegar a parar porque pensaba que me iba a acabar cayendo (la bajada tiene mucha pendiente y hay que retener con potencia con las piernas). Al rato volví a correr... y pude hacerlo, lo justo para cruzar la meta a trote cochinero.
Vale, estoy otra vez en mi sitio. Soy un pringao del running y lo sé. Como decía un entrenador muy sabio que tuvo Osasuna: SI ME CONFÍO SOY MUY MALO