sábado, 10 de agosto de 2013

Sensaciones, cabeza y maquillaje

Esto de correr es una comedura de coco total. Cada vez que salgo obsesionado con cómo me encuentro, se me hace largo, se me hace corto, me encuentro bien, no me encuentro bien, voy fino, no voy fino, pulso alto, pulso bajo... Y en las carreras ni te cuento. Siempre hay una excusa para una marca que no te gusta.

El otro día Asier (otro viajero a NY este año) me pasó este gráfico de 'maquillaje' de marcas que es muy bueno y muy real.



Vamos, que estás todo el rato con lo mismo. Y el caso es que se pasa de la desesperación a la euforia en dos días. Por ejemplo, el domingo pasado salimos a hacer una larga. Calor, que me sienta de pena, y aunque no esté muy mal pienso que lo voy a estar; cansado de haber hecho ejercicio el día anterior, que también te sugestiona... Total, que para el km 8 quería ya pedir un taxi. Hasta el 17 pensando cómo cojones voy a hacer yo un maratón si no soy capaz de hacer 20 decentemente. Y la de arena (o la de cal, nunca lo he sabido) ha venido esta semana con dos días de entrenamiento intensos, en los que me he visto fuerte y que podía más, y es cuando empiezas a pensar que esto de correr es una gozada... hasta que llegue otro día malo.

Bueno, pues a ver si soy capaz de mantener la cabeza fuerte, rebajando euforias y racionalizando los momentos malos, porque es la clave para poder aguantar un entrenamiento tan largo.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Madrugar para correr...

...porque las tardes son para la piscina.

La piscina en las alturas. Refresco en el Madrid agostero

Y, poco a poco, ya estamos en agosto. Llevamos unas cuantas semanas corriendo 4 días y, desde hace tres semanas, de forma un poco sistemática. Estamos metidos todos ya en nuestros planes de 16 semanas: Leire, Asier y Carlos con sus entrenadores (cada maestrillo su librillo) que les dan sus planes más o menos elaborados, más o menos complejos, más o menos exigentes; Mikel, que va por libre; y Javier y yo que estamos siguiendo el plan intermedio de la web del maratón de Nueva York, que es poco concreto, pero más que suficiente como guía.


El caso es que ya estamos en agosto y yo hasta el día 14 no me voy de vacaciones. Consecuencia: tengo que correr en Madrid. El tema del calor ha llegado a un punto que, si quiero hacer un entrenamiento mínimamente sistemático (series, cuestas, etc.) tengo que correr por la mañana. Eso significa que tengo que levantarme a las 6.15h para estar corriendo a las 7.00h en la puerta del Retiro. Y eso que mi amigo Álvaro me deja ducharme en su casa... Si no, no llegaría a tiempo al trabajo.

Bueno, pues seguimos con los 4 días por semana pero ya hemos entrado en los 40 km semanales. En breve empezarán a entrar los 5 días por semana y poco a poco iremos incrementando volumen. Tengo un poco abandonados los ejercicios de fuerza, pero de esta semana no pasa que los retome.

P.D: Acabo de leer la epopeya de Jorge García-Dihinx en el Maratón de las Tucas, y veo que me queda mucho recorrido de sufrimiento, tanto entrenando como en carrera.