miércoles, 7 de agosto de 2013

Madrugar para correr...

...porque las tardes son para la piscina.

La piscina en las alturas. Refresco en el Madrid agostero

Y, poco a poco, ya estamos en agosto. Llevamos unas cuantas semanas corriendo 4 días y, desde hace tres semanas, de forma un poco sistemática. Estamos metidos todos ya en nuestros planes de 16 semanas: Leire, Asier y Carlos con sus entrenadores (cada maestrillo su librillo) que les dan sus planes más o menos elaborados, más o menos complejos, más o menos exigentes; Mikel, que va por libre; y Javier y yo que estamos siguiendo el plan intermedio de la web del maratón de Nueva York, que es poco concreto, pero más que suficiente como guía.


El caso es que ya estamos en agosto y yo hasta el día 14 no me voy de vacaciones. Consecuencia: tengo que correr en Madrid. El tema del calor ha llegado a un punto que, si quiero hacer un entrenamiento mínimamente sistemático (series, cuestas, etc.) tengo que correr por la mañana. Eso significa que tengo que levantarme a las 6.15h para estar corriendo a las 7.00h en la puerta del Retiro. Y eso que mi amigo Álvaro me deja ducharme en su casa... Si no, no llegaría a tiempo al trabajo.

Bueno, pues seguimos con los 4 días por semana pero ya hemos entrado en los 40 km semanales. En breve empezarán a entrar los 5 días por semana y poco a poco iremos incrementando volumen. Tengo un poco abandonados los ejercicios de fuerza, pero de esta semana no pasa que los retome.

P.D: Acabo de leer la epopeya de Jorge García-Dihinx en el Maratón de las Tucas, y veo que me queda mucho recorrido de sufrimiento, tanto entrenando como en carrera.

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