Última prueba...

...antes de la Behobia. La experiencia del Bilbao Night Maraton el domingo pasasdo fue curiosa. Lo primero el resultado: Leire consiguió batir la barrera de 1h50m, eso sí, ya con esfuerzo. Vamos sabiendo lo que es correr una media pidiéndoles a las patas casi todo. No reventó (eso es pedirles más que todo), pero el esfuerzo fue completo.

Lo de la nocturna me dejó sabor agridulce. Por un lado, la temperatura es ideal, la ciudad está muy bonita, hay ambientillo... pero por otro, corres de noche con zonas muy vacías y llegas a las mil (vimos a algún pobre maratoniano cruzando la meta a la 1.30h de la madrugada sin un alma...). Y, lo más importante, al final del día llegas con bastante energía consumida. Creo que eso se nota. Un punto negativo importante: la carrera salió 20 minutos tarde que, estando de pie en el corral, es una eternidad. Eso no puede ocurrir en una carrera seria.

¡¡Y a la Behobia!! Objetivo 1h40m. A ver si podemos. A favor: la Behobia es siempre especial y salen las fuerzas que crees que no tienes. Es por la mañana y llegas más entero. En contra: quitarse 9 segundos por kilómetro en una carrera con dos puertos es difícil. Si no podemos no pasa nada, se baja de Miracruz al tran-tran y listo.