Sólo quedan 22 días para la edición de este año del maratón de NY. ¡Qué morriña! El otro día coincidí con Ruperto, un amigo que lo está preparando, y le veía 'espídico' como estaba yo el año pasado por estas fechas. La verdad es que me reconocí bastante porque, básicamente, Ruperto estaba hasta las bolas de entrenar.
Coincidimos que el entrenamiento se hace duro y largo. Tienes esa sensación de que no haces otra cosa que currar-correr. Salir se convierte en una obligación... y deja de tener tanta gracia.
Ahora bien, le dije lo que me decía a mi Joaquín (otro maratoniano de NY) el año pasado: compensa todo lo mal que lo puedas pasar en el entrenamiento y, por mucho que te lo esperes y que yo te diga que vas a flipar... ¡vas a flipar!
Es verdad. Ahora, conforme se acerca, me da mucha envidia (a pesar del coñazo de entrenamiento que hay que hacer para ir con ciertas garantías). Es la mejor experiencia del runner aficionado, la más satisfactoria. En fin, ¡ya falta menos para 2013!
viernes, 15 de octubre de 2010
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Veo que lo de 2013 va en serio... eso si que me da envidia... lo único que me faltó la otra vez fue ir con amigos... me lo pensaré... seria un sueño correr otra vez por NY
ResponderEliminarSobre todo con la tronca de la foto...
ResponderEliminarA mi también me gustaría estar alguna vez allí, he corrido una maratón, pero NY tiene que ser especial
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