lunes, 3 de octubre de 2011

¡Bien, bien!

Sin sufrir... demasiado

Me he reconciliado con esta carrera. Con lo que sufrí el año pasado, iba con más miedo que otra cosa y me ha venido bien. He estado toda la carrera reservón, pensando siempre en no cebarme... y , coño, he recordado que esa es la única táctica adecuada para esta carrera. Hasta Vanesa Pacha, la ganadora femenina, reconoce en Diario de Navarra que se cebó en los primeros kilómetros y eso le hizo sufrir mucho el resto del recorrido. Siempre hay caña después, así que nunca puedes pensar 'venga, a fondo'. Hay que guardar.

Al final, se trata de mantener un ritmo muy prudente en los llaneos (o algo de pendiente); apretar los dientes y no dejar de correr en los repechos fuertes (4 reseñables); y bajar a tumba abierta en las 3 bajadas potentes que tiene la carrera. Haciendo eso, 2 horitas justas. Apretando en la última bajada. Mejor que bien. Por cierto, aunque en la foto aparezca tomando tiempo, el juguete nuevo me falló y tuve que ir los últimos 8 km ciego respecto a ritmo y pulso... pero eso merece otro post.

Para colmo el día ha sido de postal. Tenía cierto miedo al calor, pero la mayor parte del recorrido es por bosque y el fresquito se ha mantenido casi todo el tiempo. Solo al final, llegando a Zubiri, el sol apretaba un poco. Pero ya estaba todo hecho.

Gran tirada larga que, seguro, me refuerza física y psicológicamente para la Behobia-San Sebastian.

Hay que darle la enhorabuena a la organización. Corremos 1.000, pero la organización es la de una gran carrera. Desde la organización de autobuses, avituallamientos, zona de meta... Gracias Mauricio por todo. Sólo un par de recomendaciones: Facilitaría las cosas poder recoger dorsales en Pamplona (seguro que hay muchas razones para hacerlo en Zubiri); y una salida en tres tandas daría un poco de oxígeno a ciertas zonas del camino.

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