El domingo en la Media Maratón de San Sebastián no llovió, cayó un maremoto del cielo. No dejó de precipitar en ningún momento, a ratos torrencialmente, y de propina viento cuando te asomabas a las playas.
Después, el consabido homenaje gastronómico que ya se ha convertido en norma cuando corremos en Guipuzcoa. Esta vez fuimos al restaurante Saltxipi. Muy recomendable. Pescados, mariscos, carnes, con calidad guipuzcoana. No se puede decir nada mejor de un restaurante. Eso sí, les pillamos con comuniones y fueron bastante lentos.
Javier tenía un tobillo cascado, así que tuvo que conformarse con acompañar a Silvia en bici durante la carrera de 10km.
He creado una bestia
Lo mejor de la carrera, sin duda, el tiempazo que hizo Leire. Ya está en 1h 46m 11s. Y, como siempre, guardando un poco. Encima pensaba que iba mal preparada. Vamos, que me queda muy poco recorrido de 'coach'. A ver si este verano nos lo curramos un poco y hacemos una Behobia-San Sebastian por debajo de 1h 40m. No debería tener ningún problema. Lo que ya es una evidencia es que el Maratón de Nueva York lo hacemos con el mismo objetivo. Ahora sólo me queda convencerle de que, bien preparados, lo podemos hacer en 3h 45m.
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